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Para ser realmente competitiva, debe escoger a sus empleados meticulosamente, conocerlos en profundidad, tratarlos en función de sus características, mantenerlos motivados, formados y un largo etcétera.

Para conseguirlo, hacen falta tanto profesionales expertos en la materia, como herramientas adecuadas. Una herramienta que puede ayudarnos en esta labor es la metodología DISC. A continuación, vamos a ver brevemente en qué consiste.

¿Qué es la metodología DISC?

Aunque puede parecer muy innovadora, se trata de una metodología con largo recorrido, ya que se ideó hace cerca de 100 años. William Marston, (Doctor en Psicología por la Universidad de Harvard) estudió con detalle los patrones del comportamiento humano “normal”. Pudo comprobar que ante una misma situación, las personas con ciertas características comunes, reaccionan de forma similar.

De esta manera, agrupó a las personas según patrones similares en sus reacciones, su forma de comunicarse, emocionarse, liderar situaciones y relacionarse con los demás, dando origen a los 4 estilos fundamentas de comportamiento en los que se basa la metodología DISC:

  • D (Dominante – Rojo): Este estilo es característico de personas orientadas a los resultados, competitivas, exigentes, aventureras, generadoras de ideas, con dotes para asumir el mando y liderar los proyectos.
  • I (Influyente – Amarillo): Se personas orientadas a las personas, valga la redundancia. Son sociables, con grandes habilidades de comunicación, extrovertidas y con una tendencia a enfatizar el lado positivo de las cosas. Generadores de buen clima en los entornos en los que se desarrollan.
  • S (eStable – Verde): Se identifica por ser personas calmadas y estables en el tiempo, trabajadoras, constantes, no le gustan los cambios, evitan los conflictos favoreciendo un ambiente conciliador. Muestran empatía con los demás y sus circunstancias, aportando las soluciones que están en su mano.
  • C (Control – Azul): Son personas precisas, perfeccionistas, con pensamiento analítico y lógico. Cumplen las normas y no les gusta el riesgo o las situaciones que puedan estar fuera de su control. Se convierten en grandes expertos de su área.

Cabe mencionar, que todo el mundo tenemos cierta mezcla de estos 4 estilos de personalidad. Existe, en la mayoría de las ocasiones, uno o dos de los estilos en mayor proporción, dando lugar al estilo dominante en cada persona.

El método DISC como herramienta de Recursos Humanos

Una vez que conocemos en qué consiste esta metodología, señalamos brevemente cómo nos puede ayudar en la gestión de nuestra empresa.

El test está diseñado para efectuar una valoración sobre el comportamiento de las personas ante determinadas situaciones. Esto se realiza mediante una medición de la dimensión que destaca más en la personalidad de cada individuo (estilo dominante).

Proporciona valiosa información, facilitándonos un perfil natural de cada individuo y las reacciones que tendrá de manera innata a las situaciones en las que se enfrenta en su entorno.

Esta información la podemos aplicar de múltiples maneras. La más inmediata, quizá sea el reclutamiento y selección de personal, área en la que nos facilita información para encontrar al candidato que mejor se adapte al puesto requerido dentro de una organización, en los aspectos relacionados con el patrón de personalidad necesario en el mismo.

También nos puede ayudar a conocer a los empleados que ya forman parte de nuestra plantilla. Es una herramienta interesante para saber, en relación a un trabajador, cómo conseguir su máximo rendimiento, qué trato dispensarle para favorecer su motivación, descubrir que habilidades puede desarrollar de manera innata o porque no está alcanzando resultados esperados.

Otro área en el que también nos es útil esta metodología es para la creación de equipos de trabajo eficientes y eficaces. Conocer la personalidad de cada miembro del equipo puede ayudarnos a agruparlos de la manera más adecuada y así poder sacar el máximo rendimiento.

Por último, aunque no menos importante, lo podemos utilizar para las ventas, ya que conocer al detalle la personalidad de nuestros clientes, nos dotará de mejores herramientas para llegar a ellos, poder adaptarnos mejor a sus necesidades y conseguir los objetivos fijados.

Como vemos, la metodología DISC es una herramienta muy adecuada para la gestión de recursos humanos. Sin embargo, para su correcto uso, es necesario contar con un experto en la materia que conozca bien todas las posibilidades e información que ofrece y sepa cómo aplicarlo en nuestro caso concreto para sacarle el máximo partido.