En qué punto se encuentra la tecnología Blockchain? Para saberlo, PwC ha entrevistado a 600 directivos de 15 países. Un 84% afirma que sus compañías tienen en marcha alguna iniciativa relacionada con esta tecnología. Ya sean con pruebas piloto o de concepto, las empresas ya están dando sus primeros pasos. Blockchain está en boca de todos, y nadie quiere quedarse atrás.
¿Por qué? Al tratarse de un libro de registros e inalterable, una Blockchain –en español, cadena de bloques- bien diseñada no solo elimina intermediarios, reduce costes, e incrementa la velocidad y el alcance. También aporta transparencia y trazabilidad a multitud de procesos y de operativas de negocio.
La consultora Gartner estima que, en 2030, Blockchain generará un valor de más de 3 billones de dólares al año. Y no es nada descabellado pensar que, para ese mismo año, entre un 10% y un 20% de la infraestructura que soporta el funcionamiento de la economía mundial operara sobre sistemas basados en esta tecnología.
Para construir un modelo de negocio el que las empresas -de cada sector- sean capaces de definir unos estándares comunes y de trabajar conjuntamente es imprescindible la confianza. Y para hacerlo con éxito en PwC hemos identificado cuatro áreas clave:
Desarrollar y poner en marcha iniciativas de blockchain no significa empezar a construir de cero un nuevo sistema de IT, con esta tecnología de base, pero que replique el orden anterior con los roles y procesos antiguos. En su lugar, necesitas tener una estrategia que te ayude a transformarte desde donde estas hoy. Y esto pasa por crear un business case.
Para desarrollar con éxito iniciativas de blockchain con éxito, será necesario algo tan inusual como que empresas competidoras en un mismo sector colaboren entre sí para solucionar problemas que afectan a toda la industria.
Y es que el valor de blockchain se multiplica cuando es un grupo de compañías –e incluso, todo un sector- quien participa. Probablemente, unir a un grupo de stakeholders para ponerse de acuerdo en unos estándares y en unas reglas comunes sea uno de los grandes retos que trae esta tecnología.
Toda cadena de bloques requiere de unas reglas y unos estándares. Los participantes de un ecosistema blockchain tienen que definirlos y establecer qué podrán ver y hacer los distintos usuarios.
Este diseño comienza con la estrategia de negocio, que debería reflejar si la cadena de bloques estará disponible para todo el mundo o, por el contrario, solo será accesible a través de permisos. Estos determinarán el rol de cada participante, que va desde ser capaz de incluir información o una transacción en la cadena, o solo poder ver la información procesada en la misma.
Blockchain valida los datos y elimina la necesidad de que una autoridad central, como un banco o un gobierno, apruebe y procese las transacciones. Sacar de la ecuación a esta autoridad central reduce los gastos y los tiempos. Pero también hay que tener en cuenta que, al hacerlo, desaparece la importante labor que hacen estas instituciones para dotar de estabilidad al mercado, o combatir el fraude. Algunas señales nos dicen que los reguladores acabarán interviniendo en el desarrollo y uso de blockchain, pero esto no debería ser una razón para ralentizar tus proyectos.
Hay muchos indicadores que señalan que el entorno empresarial ya está cambiando de forma sustancial debido a blockchain. Veamos algunos cambios fundamentales:
En el futuro, muchos de los procesos de negocio que son básicos para las empresas funcionarán en sistemas basados en blockchain, lo que facilitará, entre otras cosas, compartir datos y mejorar la integridad de estos.
Desarrollar y sacarle partido a blockchain se vuelve una tarea mucho más complicada cuando entran en juego terceros. Una empresa que quiera desarrollar la tecnología blockchain para, por ejemplo, gestionar los procesos inter-compañía, afrontará, sin lugar a dudas, numerosos retos, relacionados por ejemplo con la armonización y la inconsistencia de los datos de datos dentro cada una de sus subsidiarias. Pero todos estos desafíos dependerán sólo de ella.
Sin embargo, como hemos dicho, los grandes beneficios de blockchain se generan cuando esta tecnología la aplican conjuntamente varios players de una misma industria. Y es ahí es donde los obstáculos y los retos se multiplican.
Blockchain, por definición, debería generar confianza. Pero, a la hora de la verdad, las compañías se enfrentan a problemas de confianza casi a cada paso. Como con cualquier tecnología emergente, existen dudas sobre su fiabilidad, seguridad, velocidad o escalabilidad. Y también despierta ciertos recelos la falta de estandarización y la interoperabilidad con otras cadenas de bloques.
Otra falla en la confianza en blockchain es la falta de entendimiento. A día de hoy, todavía hay muchos directivos que no tienen claro qué es, y cómo está cambiando el mundo de los negocios, aunque la sociedad ha ido más allá del bitcoin. El hype creciente en torno a las ICOs, por ejemplo, solo es una pequeña parte del potencial de esta tecnología.
Igualmente, existe cierta incomodidad por la falta de regulación. La mayoría de reguladores todavía están ‘aterrizando’ sobre lo que significa blockchain y las criptomonedas. Y aunque son varios los países que han empezado a estudiar y a discutir estos temas, sobre todo, en el ámbito del sector financiero, el panorama regulatorio está casi inexplorado.