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El outsourcing financiero es un sistema que, en base a una estrategia bien planificada, permite a las empresas transferir una serie de funciones no estratégicas (contabilidad, facturación, tesorería…), con el fin de ganar en flexibilidad y eficacia.

A través de este proceso de externalización, tanto las pymes como las empresas de mayor tamaño pueden concentrar sus recursos en tareas y áreas con un mayor valor agregado.

¿Por qué las empresas utilizan cada vez más el outsourcing? Sus ventajas

Cada vez son más las empresas que recurren a un tercero para gestionar sus finanzas y, además, el número y calidad de las tareas delegadas va in crescendo. Por lo que podemos afirmar que el outsourcing financiero es una tendencia claramente al alza.

El éxito y valoración positiva de estas estrategias de tercerización se debe, principalmente, a que la experiencia ha demostrado que es posible conseguir los siguientes beneficios:

• Se gana en eficacia y flexibilidad.

• Reducción de los gastos y los costos de la organización contratante.

• Optimización de tareas y funciones gracias a la especialización de las empresas proveedoras de servicios de outsourcing, lo cual permite utilizar técnicas de trabajo muy avanzadas y los últimos avances tecnológicos.

• Supone una garantía ante los problemas de liquidez.

• Una mejor planeación estratégica de las actividades.

• Minimización de los riesgos derivados de la exposición de capital por la puesta en marcha de servicios centralizados y estandarizados.

• También se reducen los gastos bancarios y posibilita el acceso a mejoras condiciones en el tipo de interés de los fondos.

Un sistema con valor añadido en sí mismo

Además de las ventajas anteriormente citadas, derivadas de la liberación de funciones, actualmente la importancia del outsourcing va bastante más allá, hasta el punto de haberse convertido en una herramienta clave en la gestión de las organizaciones.

La globalización del mercado ha subido el listón de la competitividad de las empresas a una altura impensable hace tan solo una década. Este nuevo contexto está obligando a las empresas, con independencia de su sector o tamaño, a redoblar esfuerzos para conseguir gestiones cada vez más eficientes y a estar muy atinadas y certeras a la hora de tomar cualquier tipo de decisión.

En este sentido, un proceso de outsourcing financiero, puesto en marcha en base a un análisis previo de la situación actual de las empresas (diagnosis) y los objetivos perseguidos, puede ser fundamental para identificar errores, debilidades y áreas de mejora. Dicho de otro modo: el propio outsourcing puede generar un importante valor añadido para la empresa y ese plus de competitividad tan necesario en nuestros tiempos.

Las empresas de outsourcing, gracias a su gran experiencia en campos muy específicos, pueden, siempre de manera consensuada con la organización que las contrata, proponer e implantar de la forma adecuada una serie de medidas que eleven el valor de la empresa principal.

Definición de funciones y comunicación, claves para el éxito del outsourcing financiero

Para garantizar el éxito de un sistema de outsourcing y sacarle el máximo partido es necesario seguir los dos puntos clave siguientes:

1. Definir muy claramente cuáles van a ser las funciones de la empresa de outsourcing, documentando el proceso. 

2. Mantener un feedback y una comunicación fluida entre la empresa principal y la terciaria, intercambiándose la información que sea necesaria.

A medida a que las funciones asumidas por la empresa outsourcing sean de mayor importancia, la coordinación y confianza entre ambas empresas debe incrementándose para asegurar un proceso de trabajo seguro, fluido y eficaz.

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