Decía Ray Kroc (fundador de McDonald`s) que “ninguno de nosotros es tan bueno como el conjunto de todos nosotros”…y es una de las evidencias que se mantiene presentes en nuestras organizaciones actuales.
Es por eso por lo que la palabra mágica es “colaboración”, definida como una relación sinérgica que se establece cuando dos o mas personas o entidades que trabajan juntas producen algo mayor que la suma de sus habilidades y contribuciones individuales, resultando en una importante lista de beneficios compartidos:
Cuando logramos fomentar como líderes una adecuada colaboración en nuestros equipos estamos favoreciendo que entre ellos se logren solucionar problemas, generar ideas innovadoras o de nuevos productos y dar un servicio de mayor calidad centrada en el cliente.
La pregunta es … ¿Qué necesitamos generar para que se produzca una verdadera colaboración? …Si de verdad queremos que nuestra organización progrese y prospere a través de la colaboración, necesitamos:
…Capaces de hacer convivir la competición y la colaboración como estilos válidos, de acuerdo al momento presente de la organización. La colaboración es la única manera de alcanzar el máximo potencial empresarial, profesional e incluso humano, es la piedra angular del éxito. Un entorno de colaboración adecuado favorece la capacidad creativa de las personas y genera un crecimiento organizativo exponencial.
Como líderes necesitamos ser el ejemplo a seguir, internalizando el objetivo de hacernos mas innovadores a través de la colaboración. Necesitamos mostrar que estamos dispuestos a oir las ideas de todos los miembros del equipo en todos los niveles de la empresa y seguir hasta el final implementando las que funcionen. Necesitamos que todos los profesionales de la organización tomen responsabilidad para introducir cambios en su rutina diaria y adoptar nuevos procedimientos, herramientas y estrategias en este sentido.
Obviamente no siempre será tan simple transformar una cultura empresarial tradicional a una cultura de colaboración y, por eso es preciso que los cambios se expliquen, que los nuevos procesos se describan de forma comprensible y que haya sistemas preparados para respaldar las nuevas metodologías. Es fundamental involucrar a todas las personas en el proceso de averiguar cómo hacer que funcione bien la colaboración.
Otro elemento clave a la hora de promover el cambio y la colaboración es una clara definición y explicación de las razones y beneficios de dichas transformaciones. Como lideres debemos centrarnos en pensar y comunicar en clave de “¿Qué beneficios me va a aportar esta nueva forma de actuar?” desde la mirada de cada una de las personas de nuestros equipos y mantener estos beneficios muy presentes hasta que se haya consolidado la cultura de colaboración.
Si queremos instalar una cultura de colaboración efectiva necesitamos tener presentes algunas de las siguientes tácticas:
Cada profesional de la organización o del equipo debe poder confiar en que sus líderes actuarán buscando el mejor interés de la empresa y cumplirán sus compromisos, lo que implica que, como directivos, tendremos que modelar los nuevos comportamientos necesarios y recompensar y reconocer los comportamientos de colaboración.
Asimismo, los miembros del equipo necesitan confiar en que tanto los directivos como sus compañeros serán abiertos con ellos, compartirán información, los respetarán y les atribuirán el mérito de sus ideas.
Afortunadamente en muchas de las organizaciones actuales hay nuevas generaciones que han crecido con la idea de que compartir es bueno y se sienten cómodas con las tecnologías y las iniciativas que hacen posible la colaboración como una filosofía empresarial.
Recordemos que como lideres es nuestra responsabilidad hacer que la empresa sea una red de colaboración interna (entre sus miembros) y externa (con todos los stakeholders actuales y potenciales) y es una de las claves infablibles del éxito empresarial.