¿Qué factores prioriza el inversor en activos hoteleros a la hora de inclinarse por hacer una apuesta en Mallorca?
Por un lado, es uno de los destinos vacacionales mediterráneos más consolidados, cuenta con una excelente infraestructura y con una amplia oferta hotelera. Por otra parte, se ha realizado un esfuerzo en inversión y ‘reposicionamiento de producto’ en los últimos años, lo que ha contribuido a reforzar su propuesta de valor y su liderazgo, atrayendo cada vez más a un cliente de mayor calidad y con mayor capacidad de gasto.
oc¿La larga tradición de la isla en el sector turístico es determinante para atraer la inversión?
Sin duda, Baleares continúa siendo foco de los inversores en el sector turístico. Solo en 2017 se invirtieron en activos hoteleros en el archipiélago más de 500 millones de euros y, aunque puedan existir temporalmente elementos que puedan hacer oscilar esta inversión, la isla no ha perdido su capacidad de atracción para los inversores.
¿La vuelta a la normalidad de nuestros competidores turísticos mediterráneos puede implicar un cambio de tendencia que desvíe el interés del inversor?
En los últimos años, los elementos de inestabilidad puntual de un país o un área geográfica determinada han venido ofreciendo oportunidades singulares para otras áreas geográficas, como la nuestra. Sin duda, la recuperación este verano de la estabilidad en Túnez, Egipto o Turquía, unido a factores económicos puntuales -como la depreciación de lira turca- han incrementado la competencia para nuestro turismo estableciendo, con ello, una mayor exigencia para la industria. En el año 2017 llegaron a España 82 millones de turistas y este año 2018 es previsible que no alcancemos semejante cifra. Sin embargo, las cifras de gasto medio por turista siguen manteniendo la tendencia alcista de los últimos años superior a un 3% a julio de 2018. Más allá de las situaciones puntuales, el recorrido hacia un tipo de turismo de alto valor añadido se ha iniciado y, con él, una nueva forma de protegerse ante las situaciones coyunturales. –¿El auge de modelos como el alquiler turístico vacacional supone una amenaza para el sector hotelero tradicional o es un complemento? Supone un nuevo reto para todos los agentes en la industria turística. Los riesgos y las oportunidades caminan juntos en la nueva era digital y, por lo tanto, los elementos disruptivos de esta nueva era son, sin duda, elementos de evolución y cambio en los modelos de negocio tradicional.
El pasado año se llegaron a invertir más de 50 millones de euros en activos hoteleros de Baleares
Las cadenas hoteleras en Mallorca han alcanzado su techo de ocupación. En lugar de construir nuevas plazas, ¿recomiendan renovar y mejorar la planta hotelera actual?
En los últimos años se ha producido un volumen elevado de inversión y renovación de la capacidad hotelera actual. Concretamente, en los 3 últimos años se han invertido más de 1.100 millones de euros en Baleares en reformas y hoteles nuevos. Si queremos tener un turismo de calidad, que incremente su gasto medio, tenemos que preocuparnos en mejorar continuamente el servicio y el producto. Además, si queremos competir con los destinos vacacionales alternativos, nuestra propuesta turística se tiene que basar en la calidad y en la diferenciación. En caso contrario, estaremos expuestos a tener que competir únicamente por precio, lo que sería un error.
¿Apostar por la inversión en desestacionalizar la oferta turística ya da resultados o es un proceso a medio o largo plazo?
El reto de la desestacionalización no es sencillo y requiere del alineamiento de instituciones, inversores, etcétera. Sin duda, se van produciendo avances, pero todavía tenemos camino que recorrer. Invertir en nuevos productos turísticos que favorezcan las visitas en los momentos ‘valle’ exige de una inversión en innovación, en calidad y en difusión del producto, lo que precisa de tiempo, constancia y recursos. Las experiencias alrededor del turismo deportivo en Balears son muestras de la voluntad y del camino emprendido, además de un primer indicador de que las inversiones en desestacionalizar deberían favorecer enormemente a la industria.
¿Por dónde pasan los desafíos de futuro para el inversor?
España ocupa el primer puesto en competitividad turística mundial y esta situación solo podrá mantenerse a través de una concienciación de los agentes de la industria en evolucionar y mejorar continuamente. Ganar tamaño empresarial, incrementar la notoria presencia internacional de nuestros hoteles o seguir captando el mejor talento para la industria son garantías para mantener la excelente salud del sector y, con ello, su indudable atractivo para los inversores.
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