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Si de algo se ha hablado, y mucho, sobre todo en la última semana, es de la diversidad de género. Aunque se hademostrado que contar con mujeres en las empresas y en los comités directivos afecta positivamente a los resultados económicos, aspecto que también comparte el mismísimo Pablo Isla, presidente de Inditex, empresa con un altísimo número de directivas, no cabe duda de que que históricamente la sociedad ha vivido dentro de un patriarcado donde la mujer ha jugado un papel meramente reproductivo y que con la inmersión de la mujer en el mundo laboral comenzó la reestructuración de su papel dentro de la sociedad.

Años de lucha por tener las mismas oportunidades laborales y sociales han acabado por empezar a dar sus frutos, aunque es innegable que aún queda mucho trabajo por delante.

Para empezar, la conciliación laboral con el entorno familiar se ha ido facilitando por parte de las empresas así como la corresponsabilidad del género masculino a la hora de tomar rienda de ese ámbito conjuntamente con sus parejas o cónyuges. Cada vez más, el género masculino adquiere un papel más relevante y activo en el entorno familiar, dejando a un lado los estereotipos marcados por una sociedad patriarcal. El género femenino decide apostar por su carrera profesional, compartiendo responsabilidades con sus parejas, en vez de ser ellas las únicas responsables del ámbito doméstico, empoderándose y tomando control de su vida, liberándose de sus miedos y rompiendo las barreras de la sociedad y del rol de género marcado hasta el momento.

Y es que este artículo lo escribo porque hace tiempo descubrí que existen grupos de WhatsApp de madres que “se arrepienten de haber sido madres”, de haber abandonado su carrera profesional, de haber cedido varias parcelas de su vida para dedicarlas a otra; el hogar. No obstante, esto también implica que pueden llegar a tener hasta cuatro vidas en una misma jornada, que son espacios dedicados a diferentes roles en la sociedad, pero este asunto lo trataré en otro artículo.

Si que es cierto que a nivel laboral la mujer sigue sin tener las mismas oportunidades que el hombre, bien en los propios procesos de selección o bien a la hora de promocionar dentro de una compañía. En los procesos de selección siguen existiendo sesgos de género según el puesto al que se opte y quizás la visión de que una mujer necesitaba más tiempo fuera del trabajo para gestionar el ámbito doméstico frente a la libertad de horario que podría tener un hombre, ha fomentado de alguna manera está posición. Bien, esto está cambiando.

Ni qué decir tiene que existe también el sesgo de la edad, puesto que hasta ahora se ha tenido recelo a la hora de contratar a mujeres en edad reproductiva y a mujeres que ya tenían responsabilidades familiares, para según qué puestos.

Cada vez es más frecuente el papel de la mujer dentro de los comités de dirección, y poco a poco el techo de cristal va resquebrajándose. ¿Por qué no contratar a una mujer de larga carrera profesional para un puesto de directivo o CEO cuando está demostrado, por ejemplo, que la mujer a cierta edad y durante la maternidad, adquiere ciertas habilidades que la ayudan a ser más productivas y a una mejor toma de decisiones?

Desde International Mentoring School -IMS- trabajamos por el empoderamiento de la mujer a través de programas de desarrollo donde ayudamos a implementar acciones positivas para el colectivo femenino, fomentando el cambio en las organizaciones y en la vida de aquellas personas que participan en nuestros talleres.

En la actualidad es cada vez más frecuente que las organizaciones se impliquen en la transversalidad de la perspectiva de género, enfocando sus programas de desarrollo de talento hacia esa nueva realidad, fomentando la igualdad de forma activa y visible, así como generando un nuevo modelo de gestión de experiencia del empleado.

Aún hay mucho trabajo por hacer en este terreno, las empresas lo saben y sus programas de desarrollo de Talento están cambiando, como la sociedad misma.

Mi más sincera enhorabuena a todas aquellas personas que promueven el cambio y que generan nuevos paradigmas para construir una nueva realidad.

Vanessa Peirotén.

Fuente: Atesora Group

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