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El trabajo en equipo es un importante recurso utilizado por las organizaciones, puesto que  genera sinergias y permite obtener resultados que van más allá de las capacidades de los componentes del equipo. Sin embargo, para asegurar su efectividad, deben tenerse en cuenta algunas cuestiones importantes:

– ¿Es realmente necesario? Antes de crear un equipo de trabajo se debe valorar la necesidad de hacerlo, ya que aporta ventajas pero también tiene inconvenientes: es más lento en llegar a conclusiones, requiere más dedicación y, en ocasiones, se corre el riesgo de no obtener ningún fruto.

– ¿Cuál es el objetivo del equipo?  Es necesario definir un objetivo concreto, tanto en cuanto al resultado (y a la forma de medirlo), como en cuanto al plazo para alcanzarlo.

–  ¿Quiénes serán los miembros del equipo?  La determinación de los miembros del equipo es crítica, tanto en número (óptimo entre 6 y 8) como en las personas, escogiendo solo aquellas capaces de aportar algo.

– ¿Qué normas de trabajo regirán al equipo? Las normas de funcionamiento de las reuniones, la comunicación entre los miembros, el compromiso de cada miembro con las decisiones del equipo, y la necesidad de trabajo individual, deben regularse de antemano.

– ¿Qué medios necesita el equipo? Desde el tiempo de sus miembros hasta los aspectos físicos (lugar para reunirse), pasando por la capacidad de decidir en los aspectos que le conciernan.

– ¿Quién será el coordinador? Debe tener la capacidad de comunicar claramente los objetivos, motivar al equipo, mantener un alto nivel de exigencia y orientar a la consecución de resultados.

-¿Qué rol desempeña cada miembro? Potenciar los papeles positivos de los miembros del equipo en cada momento y controlar los negativos es básico para lograr la dinámica adecuada.

– ¿En qué fase se encuentra el equipo?  Identificar las distintas fases que atraviesa cualquier equipo, (la formación del equipo, la tempestad, la calma y la fase de resultados) y actuar en consecuencia, mejorará de forma significativa el resultado.

– ¿Cuáles son los puntos fuertes del equipo?  Conocer los puntos fuertes del equipo ayuda a superar los momentos difíciles y, anticipando posibles escenarios, se pueden atenuar los puntos débiles.