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Faltan líderes sociales que sean nativos digitales con capacidad de movilización: un tercio de ellos no tiene perfil en Twitter y solo el 47% superan los 300 seguidores en esta red.

En los equipos técnicos de las ONG la presencia femenina es claramente mayoritaria y el 43% de estas organizaciones ya son dirigidas por mujeres. Una representación que cambia en función del tamaño de las entidades: el 57% en las pequeñas, frente al 25% en las más grandes. Si bien es cierto que la brecha de género en las ONG es menor que en el ámbito empresarial, aún hay camino por recorrer. Algo que puede verse como un indicador de que las ONG podrían ser un referente para otros sectores en cuestión de diversidad. Ésta es una de las conclusiones del informe “¿Hacia dónde va el liderazgo social? Nuevas tendencias y competencias”, elaborado en el marco de la 11ª edición del Programa PwC-Esade de Liderazgo Social, una iniciativa conjunta del Instituto de Innovación Social de Esade y la Fundación PwC.

El estudio, que se realiza a partir de una encuesta a más de 450 responsables de ONG españolas, apunta que el sector debe apostar de manera más activa por la diversidad, no solo promoviendo una mayor incorporación de mujeres a cargos de responsabilidad (dirección y gobierno), sino también estableciendo mecanismos para enriquecer a sus equipos. En este sentido, el 84% de los encuestados se muestra de acuerdo con que la incorporación de las mujeres a la alta dirección aporta valor al liderazgo porque genera diversidad en la toma de decisiones. El 68% considera que esta aportación es positiva debido a las características y a los atributos distintivos del liderazgo femenino.

Para Ignasi Carreras, director del Programa PwC-Esade de Liderazgo Social y co-autor del informe, “el aumento de directivas en las ONG es un avance sustancial en relación a hace años, pero un sector donde un 70% son mujeres, debería tener más directoras generales de ONG”. En esta línea, “la transformación del sector a partir de la incorporación de la mujer a cargos directivos es extraordinaria, ya que aporta nuevas competencias de colaboración, de inteligencia emocional y de influencia”, explica.

Para Santiago Barrenechea, presidente de la Fundación PwC, “liderar en entornos tan complejos como los actuales no es una tarea fácil”. Así, en el marco mundial de la ‘Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible’ de la Asamblea General de las Naciones Unidas y los objetivos (ODS).

“Las ONG pueden y deben ejercer un liderazgo y protagonismo activo dentro y fuera de sus entidades para contribuir a la consecución de estos objetivos globales, en gran parte alineados con sus propias misiones”.
Santiago Barrenechea, presidente de la Fundación PwC