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Después de convertirse en abuelo, Ivan Axelrod, director de operaciones de una empresa de gestión financiera, decidió que quería pasar un día a la semana cuidando de sus nietos. Así que cambió su jornada laboral y pasó a trabajar cuatro en vez de cinco días a la semana; sin ningún recorte salarial. “Mi padre falleció cuando mis dos hijos eran muy pequeños y no tienen recuerdos de su abuelo. No quería que sucediera lo mismo con mis nietos”, me dijo Ivan en una entrevista para mi libro, ‘All In’, “así que llegué a un acuerdo con mis socios”.

Algunos de sus colegas de Provident Financial Management, especializada en la industria del entretenimiento, temían que el negocio se viera afectado por el cambio. Sin embargo, no lo hizo. E Ivan está lejos de ser el único que logra con éxito este equilibrio. De hecho, los otros dos abuelos de la misma familia también cuidan a sus nietos un día a la semana.

Aunque Ivan pudo mantener su trabajo, no todos los abuelos tienen esa posibilidad. El New York Times ha publicado que, debido a que muchas empresas no brindan flexibilidad en los horarios, algunos abuelos se están cambiando a trabajos con salarios menores y menos beneficios para poder cuidar a sus nietos. Y esto último no siempre se elige. Se calcula que 3 millones de estadounidenses crían a sus nietos ellos solos, ya que sus propios hijos no pueden cumplir con la responsabilidad de ser padres. En muchas ocasiones, debido a la crisis de los opiáceos.

Sea cual sea la causa, el fenómeno está redibujando los lugares de trabajo y presenta un desafío que las empresas deben abordar para atraer y retener una fuerza laboral potencial de los millones de empleados más mayores.

En 2018, se descubrió que, aproximadamente la mitad de los niños pequeños de los Estados Unidos pasaban al menos un rato con sus abuelos todas las semanas. Y en la mayoría de los países, incluido EE.UU., las abuelas se ocupan más que los abuelos. Pero, un estudio de 2012 demostró que, en Noruega, «el abuelo generalmente es el que toma la delantera» después de los 70 años. (Junto con sus vecinos Islandia y Finlandia, Noruega se ubica como una de las naciones con mayor igualdad de género en el mundo, según el Foro Económico Mundial.)

Cuando las empresas toman las medidas necesarias para ayudar a los abuelos que trabajan a equilibrar la carrera profesional con el cuidado de sus nietos, también ayudan a abordar algunos de los mayores desafíos que enfrenta el mercado laboral en la actualidad.

Demostrando que la flexibilidad funciona

Muchas compañías hablan mucho de la idea de un horario flexible, pero en la práctica no lo apoyan. En mi trabajo con empresas, me encuentro que el tipo de cambio cultural necesario para lograr la flexibilidad en el lugar de trabajo debe ocurrir de arriba hacia abajo y los ejecutivos deben ser los primeros en adoptar sus propios horarios alternativos.

El equipo directivo suele tener más años que el resto de la plantilla de una empresa. Y aunque puede que muchos no tengan niños en casa, sí es probable que tengan nietos. Y cuando se toman su tiempo para dedicarles atención y ajustan sus horarios, demuestran a toda la compañía que es posible hacerlo.

La experiencia de Ivan nos lo enseña. Después de mostrar lo bien que funcionaba la flexibilidad para él y su familia, otros en la empresa, a menudo trabajadores más jóvenes con hijos pequeños, comenzaron a hacer cambios similares en sus propios horarios.

Impulsando la igualdad de género

Hay dos formas en las que decisiones como la de Ivan impulsan la igualdad de género.

Primero, cuando un ejecutivo hombre hace este tipo de cambio, ayuda a abordar el «estigma de la flexibilidad». Este estigma se deriva del conjunto de percepciones que a veces dominan los contratos alternativos de trabajo. Puede penalizar a aquellos que persiguen tales acuerdos, y es un impedimento especialmente fuerte para aquellos hombres que quieren dedicar tiempo a los cuidados. Algunos hombres han sido despedidos o degradados por demandar flexibilidad.

Y segundo, cuando los abuelos pueden ocuparse de parte del cuidado, ayudan a los padres, y particularmente a las madres, a permanecer en el mercado laboral. Las mismas presiones financieras y culturales que impiden que los hombres logren la flexibilidad profesional también empujan a las mujeres a velar por la familia más tiempo que los varones. Como resultado, muchas profesionales abandonan su carrera profesional por completo.

The Atlantic publicó que, en China, la frecuencia con la que los abuelos, y particularmente, las abuelas, hacen de ‘cuidadoras’ ha ayudado a impulsar el número de mujeres en puestos de alta dirección y a engrosar aún más las filas de mujeres multimillonarias hechas a sí mismas.

Las empresas deben asegurarse de que las iniciativas de equilibrio entre trabajo y vida personal estén disponibles para todos los empleados, no solo para los padres. Deberían estar dispuestas a experimentar, y a permitir que los empleados teletrabajen y que lo hagan a diferentes horas. E incluso, unirse a la lista de empresas que están probando la semana laboral de cuatro días.

Las familias dependen cada vez más de las empresas para llegar a acuerdos como el de Ivan. Después de todo, su éxito en el trabajo no es nada en comparación con lo que obtienen al pasar tiempo con sus nietos. «Me da una enorme satisfacción pensar en el vínculo que tengo con ellos», me dijo. «Sé que estará ahí para siempre».