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Storytelling como herramienta para difundir los valores de las organizaciones.

Es una de las herramientas más potentes para comunicar, de hecho es utilizada por las grandes marcas para vendernos a través de historias sus productos, como por ejemplo, Nike, Coca-Cola, Ikea, Revilla, Equipo Humano, etc. Y entonces, ¿por qué no aprendemos de las grandes marcas a la hora de trasmitir sus marcas y lo aplicamos nosotros a la hora de difundir nuestros valores? Pues vamos a realizarlo y para ello hay que seguir una serie de reglas para definirlo y que tenga el resultado que queremos obtener.

El enfoque es fundamental. Debemos saber para que público va destinado, que material le va a gustar más, cómo lo van a recibir, es decir, toda la experiencia de cliente dirigida a la difusión de los valores.

La historia. Podemos aferrarnos a una historia ya existente pues nos garantizará una cierta agilidad aunque desde mi parecer en ocasiones es más complicado adaptar una historia que crear una nueva. Por eso casi siempre apuesto por un momento de creatividad ajustado a la empresa y definir una desde cero. Respiremos el ambiente de la empresa, la historia de la misma, los personajes que existen en la actualidad y a partir de ahí “writing fast”, escribe de la forma más rápida sin pensar ya tendremos tiempo de reformular todo lo necesario.

Las palabras. El texto escrito parece una minucia al principio, pero tiene que star alineado con el enfoque que hemos decidido y sobre todo con lo que queremos trasmitir. Es fundamental cuidar el vocabulario y que sea comprendido por todas las personas de la empresa. No busquemos grandes vueltas gramaticales a las frases, mejor cortas y sencillas que dejen claro el mensaje.

Hay que tener en cuenta que el 80% de la información entra por la vista, no dejemos de utilizar iconos, imágenes que represente lo que digamos y hagamos una unión de conceptos, es necesario para que el valor quede fijado en nuestro subconsciente.

La coherencia y la interactividad del storytelling. Es una de las cosas que las personas a la hora de escribirlo no lo tienen en cuenta, es mejor dejar espacios en blanco para que las personas opinen, redacten, dibujen, hasta que tengan que resolver un enigma dentro del texto, esto lo hará mucho más atractivo y “enganchará” mucho más al lector.

Estas normas te servirán para empezar a definir una historia que cuente, trasmita y enamore a los trabajadores con respecto a los valores de la empresa, pues lo importante no es que lo vean, que lo lean, que lo rayen, lo más importante es que lo sientan, que lo vivan y que lo pongan en práctica, de esta forma habremos conseguido nuestro objetivo.

Deja los antiguos paradigmas de los valores, vuelve a ser niño y cuenta los valores como una historia, todo el mundo lo agradecerá y tú te lo pasarás muy bien.

Jose Enrique García · Director General de Equipo Humano