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Advertencia masculina: prepárese para leer esto con las piernas cruzadas.

Puede haberlo pasado por alto, pero se han publicado noticias en las últimas semanas sobre un proyecto de ley presentado ante el Parlamento islandés para prohibir la circuncisión no médica para niños. Si se hubiera aprobado, esto causaría grandes problemas para los seguidores tanto de la fe judía como de la musulmana, para quienes la circuncisión masculina es una parte central de su rito religioso. Para que quede constancia, la población judía de Islandia es de alrededor de 100, de un total de aproximadamente 300,000, y la población musulmana alrededor de 400, por lo que el impacto práctico del proyecto de ley hubiera sido mínimo, pero habría creado un precedente con posibles ramificaciones en otras partes del mundo.

Cuatrocientos médicos islandeses firmaron una declaración en apoyo de la prohibición propuesta. El público islandés, a través de sus mensajes en las redes sociales, pareció abrumadoramente apoyar la prohibición. Sin embargo, a principios de esta semana, el Comité de Educación y Asuntos Judiciales de Islandia recomendó eliminar el proyecto de ley, y es poco probable que sea votado por el Parlamento.

Fui circuncidado cuando tenía 8 días. Afortunadamente no recuerdo el evento, pero no me hizo ningún daño y no considero que sea una violación de mis derechos humanos. Pero este blog no trata sobre los derechos o los errores de la circuncisión masculina como un rito religioso. Como negociador, estoy interesado en cómo se modificó el resultado del proyecto de ley, a distancia y en contra de las probabilidades. Los negociadores a menudo culpan a su incapacidad de persuadir en la escala de la oposición, la intransigencia y las actitudes obstinadas de las contrapartes, y su propia falta de fuerza de argumento. ¿Cómo tuvieron éxito en este caso?

El presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos atribuyó el éxito a tres estrategias. En primer lugar, el caso de relaciones publicas fue desarrollado por un pequeño equipo que unió grupos de interés dispares, de modo que el mensaje resultante fue consistente y controlado. En segundo lugar, otros grupos de fe fueron persuadidos a unirse a la campaña contra el proyecto de ley; no solo los líderes judíos y musulmanes trabajaron juntos, sino que también contaron con el apoyo de líderes cristianos de alto rango que no tenían ningún interés directo en la circuncisión, pero que podían ver el final de la cuña de restringir las libertades religiosas. En tercer lugar, el equipo buscó apoyo político, por lo que la Cámara de Representantes de los Estados Unidos expresó su preocupación por escrito al Embajador de Islandia en Washington.

En resumen, promovieron una narración sencilla y directa que contó una historia coherente. Se aseguraron de que todos en el equipo estuvieran cantando desde la misma hoja de himnos (lo siento, no pudieron resistir) y usaron todo el poder político que pudieron reunir para respaldar su punto de vista. No hay magia en esta fórmula, pero funcionó.Sobre el Autor:

Stephen White

Fuente: Scotwork

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