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Cuando pensamos en el diseño de una política retributiva coherente y alineada con la empresa, las organizaciones deben estructurar sus planes retributivos de forma que no solo sean atractivos para los empleados, sino que también optimicen la fiscalidad y la cotización a la Seguridad Social.

En este contexto, dos de las estrategias más utilizadas son la retribución flexible y los beneficios sociales, términos que a menudo se confunden, pero que presentan diferencias clave en su impacto financiero y social.

En este artículo queremos ofrecer una visión de las diferencias clave entre ambos modelos, su impacto en las cotizaciones y recomendaciones para diseñar un plan de compensación que optimice la fiscalidad en la empresa sin comprometer la protección social del empleado.

¿Qué diferencia la retribución flexible de los beneficios sociales?

Mientras que la retribución flexible permite a los empleados destinar parte de su salario bruto a determinados bienes o servicios con ventajas fiscales, los beneficios sociales son prestaciones que la empresa ofrece al trabajador sin que este tenga que asumir ningún coste. Sin embargo, más allá de la fiscalidad, es imprescindible analizar su efecto en la base de cotización a la Seguridad Social, ya que puede influir en prestaciones futuras como la pensión de jubilación, la incapacidad temporal o la prestación por desempleo.

Retribución flexible: salario optimizado sin incremento de costes

La retribución flexible es un sistema mediante el cual el empleado sustituye una parte de su salario bruto por bienes o servicios que, en su mayoría, cuentan con ventajas fiscales. El objetivo es aumentar el salario neto disponible sin incrementar el coste salarial para la empresa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque estos conceptos pueden estar exentos en IRPF, no todos están exentos de cotización a la Seguridad Social, lo que puede afectar la futura prestación del trabajador.

Ejemplos comunes de retribución flexible:

  • Tickets restaurante (exentos en IRPF hasta 11 €/día).
  • Cheque guardería (exento sin límite si se cumplen requisitos).
  • Seguro médico (exento hasta 500 €/año por asegurado).
  • Transporte público (exento hasta 1.500 €/año en IRPF).
  • Planes de pensiones de empleo (reducción de la base imponible del IRPF hasta el límite legal).

Beneficios sociales: compensación adicional sin impacto en el salario

Los beneficios sociales son prestaciones ofrecidas por la empresa al empleado sin que este tenga que destinar parte de su salario. A diferencia de la retribución flexible, no implican una reducción del salario bruto del trabajador, sino que forman parte de la estrategia de fidelización y bienestar corporativo. Con todo, conviene puntualizar que muchos de estos beneficios no computan en la base de cotización ni en IRPF, lo que los convierte en herramientas estratégicas para mejorar el paquete retributivo sin afectar las prestaciones futuras del trabajador.

Ejemplos comunes de beneficios sociales:

  • Seguro de salud costeado por la empresa.
  • Formación financiada al 100% sin impacto en la nómina.
  • Guardería in situ o ayudas a la conciliación.
  • Planes de bienestar y salud laboral.
  • Políticas de teletrabajo y flexibilidad horaria.

Impacto fiscal y en la Seguridad Social: ¿qué cotiza y qué no?

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