Consultoría & Consultores

La estructura organizativa de una empresa se parece a un ser vivo. Desde su creación hasta su madurez, una organización empresarial pasa necesariamente por una serie de etapas que afectan total o parcialmente a su estructura. Por ese motivo, entender el esquema organizativo en cada momento es crucial para poder crecer sin que por ello se comprometa el buen funcionamiento de todo el sistema.

En momentos críticos, donde el número de trabajadores ya sobrepasa un cierto número o se incrementan notablemente las líneas de negocio, una auditoría organizativa puede suponer una gran ayuda para que este crecimiento sea razonable, orgánico y responda a los objetivos marcados por la empresa a corto, medio y largo plazo.

¿En qué consiste una auditoría organizativa?

Una auditoría organizativa consiste en el análisis del funcionamiento de una organización con el objetivo de evaluar la eficacia y eficiencia de su estructura. La creación de un mapa o un esquema donde se reflejen completamente cada una de las partes de la organización ofrece una visión completa de su complejidad y su potencial, dando pista de posibles puntos de fricción, malfuncionamiento o, por el contrario, zonas de gran potencial que pueden suponer una oportunidad de crecimiento.

Observar y analizar cómo se organiza nuestra empresa permite identificar los puntos fuertes y débiles de la cadena de valor para analizar dónde está el potencial. También ayuda a identificar cuáles son los procesos clave de nuestro negocio, definiéndolos y mejorándolos en cada caso. Por tanto, ante decisiones estratégicas, la auditoría organizativa da una información muy importante para saber cuáles son nuestras necesidades.

En qué casos conviene realizar una auditoría organizativa

Seguir leyendo en ADELANTTA