En Nova Praxis somos una consultoría tecnológica especializada en soluciones integrales de Inteligencia de Negocio (BI). Expertos en Implantación de Metodologías y Herramientas para la mejora del rendimiento empresarial. Os recomendamos a continuación algunas buenas prácticas para los proyectos de BI (Business Intelligence).
Actualmente, nos estan demandando muchas interveciones con motivo de la abundancia de datos accesibles actualmente y la información que se puede extraer de los mismos mediante técnicas de data analytics y las enormes posibilidades de cambios en la forma de trabajo mediante la transformación digital.
Un proyecto de BI, en función de su complejidad y alcance, impacta en toda la organización y los procesos. Queremos hacer énfasis en algunos aspectos o factores muy importantes para abordarlos.
Necesidades y objetivos del proyecto.
Es muy importante identificar y definir en primer lugar los objetivos que se persigue con el proyecto. En segundo lugar, las necesidades actuales y futuras. Por último, los requerimientos de información. Esta primera fase es muy analítica y reflexiva sobre las carencias de la compañía o del área de negocio concreta y hacia dónde queremos llegar con el proyecto.
Segmentar por fases la implantación suele ser esencial para minimizar errores e impacto. Es importante también establecer prioridad en las fases, definidas en función de varios facotres. En primer lugar, qué fases tendrán mayor impacto en la empresa. En segundo lugar, la complejidad de las mismas. Por último es importante tener en cuenta qué áreas de negocio son más proclives a gestionar el cambio. Este modo de implementación y la gestión posterior de evolutivos encajan perfectamente en metodología Agile.
Cronograma de trabajo acotado
Incluir las tareas necesarias para la consecución de los objetivos. Las actividades deben detallarse con la mayor claridad y precisión posibles. Se recomienda establecer plazos de ejecución, tanto de tareas propias de implantación como de validación por usuarios de negocio.
En este punto hay que detenerse. Relacionar los recursos necesarios a partir de los objetivos trazados y los plazos de ejecución que se persiguen cumplir. No sólo infraestructura sino recursos humanos que se impliquen en el proyecto.
Contar con una adecuada estrategia para la gestión del cambio, no sólo en la organización, sino como parte del proyecto. Clasificar e identificar los posibles cambios y riesgos. Definir acciones para su gestión y/o para minimizar su impacto.
Fuente: Nova Praxis Soluciones de Negocio
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