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El pasado octubre la expansión económica de Chile decreció un 1,2%, casi con toda seguridad en noviembre y diciembre saldrá de la recesión entrando en el lado positivo, el del crecimiento, fundamental para a hacer frente a los estragos dejados por la enfermedad viral en las personas y la sociedad.

En términos desestacionalizados la última cifra irradia una mejora importante respecto de septiembre con un -5,3%. Así, desmenuzando los distintos índices entregados por el INE, algunos de los retrocesos habidos están justificados casi exclusivamente por las medidas anti coronavirus, por ejemplos las caídas de restaurantes y hoteles, transporte y educación, cuestión no distinta a lo que podemos ver en Europa occidental. Las recuperaciones se perciben en el comercio, en la industria manufacturera y la minería.

La previsión de la OCDE para el cierre de este 2020 mejoró desde un -7,1% a un -6%. Para el próximo año prevé un aumento de un 4,2% si la ola de brotes y contagios se muestra benévola, caso contrario la subida podría verse mermada hasta un 1,9%. Esta semana se conocerán las del Banco Central de Chile, a juicio de los analistas mejorarían algo, probablemente apoyados en los repuntes observados en el precio del cobre, uno de los principales envíos chilenos al exterior, hace pocos días tocó los 3,48 dólares la libra, su mayor valor desde marzo de 2013.


Quizás, para nosotros, el índice más relevante atendiendo a las circunstancias actuales sea el del desempleo el cual podría caer hasta el 10,8% al cerrar 2020. La tendencia a la reducción debería continuar a contar de enero, la vacuna tendrá mucho que ver en esto, el 2021 será el de la recuperación laboral.

Quienes nos siguen, saben que ya en mayo anticipábamos que el export-import debía ser uno de los motores de esta recuperación. La apertura de la economía chilena al mundo constituye una de sus principales fortalezas. De esta forma, el recorrido de las exportaciones ha ido de menos a más en los 10 primeros meses de 2020, el retroceso representa en este momento un 1,7%, hay confianza de que pueda igualarse o revertir este guarismo al hacerse el conteo final en relación a 2019. Las importaciones van subiendo más lentamente concluirán el período en números rojos, en el 2021 deberían aumentar significativamente.

Hace pocos los responsables gubernamentales en negociaciones de tratados comerciales con naciones ubicadas por todo el mapa terráqueo han ido incorporando a los nuevos pactos y/o sus renovaciones capítulos de género dando mucho protagonismo a la mujer ahora y hacia el futuro.


Asimismo, han integrado apartados de Comercio Electrónico y Telecomunicaciones, como una manera de hacerse un espacio en la llamada “economía digital”, esta ha crecido exponencialmente allí donde más fuerte ha pegado el virus.

Esto lo vemos reflejado en la firma de un Acuerdo de Asociación Económica Digital (DEPA) con Nueva Zelanda y Singapur, en palabras del Secretario de Estado de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yánez, apuntó a esta naciente alianza “como un nuevo referente en nuestro camino por construir una economía digital, comprometidos con el libre flujo de datos, la no discriminación de productos digitales y un ecosistema de confianza”, señalo.

Sobre la inversión extranjera directa (IED) la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (Cepal), difundió un informe en el que afirman que el área más afectada del globo por su menor llegada sería América Latina, anticipan una caída de 45% a 55%. Chile será uno de los que crecería, atendiendo a lo vivido y experimentado en este ejercicio, nos llena de confianza en lo que está por venir.


Durante 2019 se anotaron repliegues de la IED en 17 países de la región, con Argentina presentando una contracción del 50%. Por el contrario, sólo nueve tuvieron alzas, especialmente Trinidad y Tobago, Chile y Guyana.

Los vaticinios a como vendrá la mano el 2021 en lo económico son propicios, sobre todo sabiendo de los 15 millones de dosis comprometidas para iniciar las inoculaciones a contar del mes entrante tranquiliza de cara a lo que viene. Licitaciones en las infraestructuras anunciadas será otro pilar que impulsaran la actividad. De otro lado, según evaluaciones de la Comisión Chilena del Cobre-, la producción del mineral nacional alcanzará los 5,8 millones de toneladas en 2020, lo que implica un ascenso de 0,6% frente a 2019. Esto difiere a lo que está sucediendo en tierras cupríferas de Perú y México, estos esperan disminuciones de un 14,5% y 4,5% respectivamente. Además, hay una inversión prevista de 74.047 millones de dólares en la cartera de proyectos para el decenio que se avecina, implican 1.500 millones que a fines de 2019. Se observa un incremento en las compras e importes del metal rojo, brota optimismo entre los expertos ante el recorrido por venir.

Finalmente, Chile y la Unión Europea (UE) se han propuesto concluir en el primer semestre de 2021 las conversaciones para la actualización del Acuerdo de Cooperación de 2002, lo dieron a conocer autoridades de la UE y el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Andrés Allamand en su reciente visita a Bruselas, Francia y España.

Andrés Allamand, en Madrid, refiriéndose al proceso constituyente de abril venidero afirmó, "Chile quiere seguir progresando, pero con más inclusión, con más cohesión, con más justicia de la que lo ha hecho en los últimos años", dijo. Se mantendrá un respeto irrestricto para los tratados y contratos firmados a nivel internacional y las cosas que han funcionado deberían respetarse. Como temas a conversar estarán las cuestiones sociales, derechos y obligaciones surgidos a partir de tecnologías recientes, materias medio ambientales o cambio climático, el texto final deberá ser refrendado por dos tercios, el objetivo es conseguir amplios consensos, la Carta Magna que surja será ratificada en un plebiscito.

Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.