Cuando estás inmerso en los problemas del día a día es fácil perder la perspectiva. Las pequeñas tareas, los imprevistos y los incidentes pueden acabar con tu tiempo y tu energía. Un diagnóstico empresarial se convierte en un bote salvavidas para evitar ir siempre un paso por detrás, apagando fuegos y sin optimizar los recursos.
Ahondemos en la materia, ¿qué es un diagnóstico y cómo puede lograr una empresa más rentable y con menos estrés?
Un diagnóstico empresarial es una herramienta que permite recabar y ordenar información para poder tener un conocimiento profundo del negocio.
Se trata de evaluar las distintas áreas funcionales de la empresa y su estructura para determinar aquellos aspectos que pueden estar sujetos a mejora o a la toma de decisiones estratégicas.
El objetivo es tener una foto en tiempo real de todas las partes que participan en la actividad del negocio. De este modo es posible detectar dónde hay que dedicar más recursos y qué está poniendo freno al crecimiento para así implementar las mejoras y los cambios necesarios.
Toda empresa debe, de vez en cuando, realizar un diagnóstico empresarial. Lo que ocurre habitualmente es que cuando todo va bien nadie lo echa en falta y en periodos donde las cosas se complican, hay una gran lista de prioridades previas que lo posponen de manera continuada.
Es muy habitual que la actividad diaria se centre en lo urgente, en los imprevistos y en solucionar los problemas que van surgiendo, mientras se deja en un segundo plano lo importante. Pero es ahí donde están de verdad las decisiones relevantes, la estrategia y la planificación.
Por eso de vez en cuando es necesario parar, alejarnos un poco y observar para darnos cuenta de que con tanto árbol hemos dejado de ver el bosque. Es igual de importante cuidar de tus clientes que de tu propia empresa, y el diagnóstico empresarial indica cuál es la mejor dirección a tomar.
¿Sientes que no estás optimizando todos los recursos, que tus cifras no terminan de cuadrar y que necesitas mejorar tus márgenes de beneficio? Antes que nada hay que detectar cuál es la situación actual.
Y para eso, la clave y el primer paso es información, información y más información.
Una empresa más rentable pasa, en un primer momento, por la recopilación y la interpretación de esa información. Eso es precisamente lo que hace un consultor externo con un diagnóstico empresarial.
Es como ir al médico. Antes de recetar ningún medicamento, el doctor tiene que saber cuál es la causa de los síntomas. Muchas veces, también vamos a la consulta para hacer una revisión, para comprobar que todo está bien y hacernos las pruebas rutinarias.
En un contexto como el actual, la capacidad de adaptarse al cambio y poder seguir el ritmo de las nuevas tendencias es crucial para sobrevivir y salir reforzados.
El auge de la digitalización, la crisis sin antecedentes que estamos viviendo y la incertidumbre y los cambios políticos llevan a las empresas a una mayor exigencia para tener el control de su organización, de sus recursos y capacidades. Es imprescindible adoptar habilidades tales como la agilidad, la adaptabilidad y la flexibilidad para poder actuar rápidamente y tomar las decisiones que mantengan a flote la marca.
¿Hacia dónde quieres dirigirte? Un diagnóstico es el escalón inicial para tomar decisiones estratégicas que te lleven a cumplir los objetivos definidos. Cuanta mayor sea la calidad y veracidad de la información con la que se trabaja mejor sustentada estará la estrategia.
Las dos opciones son viables, todo dependerá de factores como el perfil de la empresa, los recursos disponibles y la complejidad de la situación. En mi experiencia como director general en el sector industrial, trabajamos de las dos formas: hacíamos nuestras propias evaluaciones internas y en momentos puntuales nos apoyábamos en un consultor empresarial.
También es verdad que era una empresa con una plantilla de más de 50 trabajadores con la capacidad suficiente para poder formar un grupo dedicado enteramente a este propósito. No todas las empresas disponen de estos perfiles ni de los recursos internos necesarios.
Si este es tu caso, te recomiendo que te pongas en contacto con un profesional externo. Estas son algunas de las principales ventajas que encontrarás:
Tras este pequeño repaso, e independientemente de lo que necesites o elijas, tienes que tener claro que un buen diagnóstico empresarial es la base de todas las acciones y buenas decisiones que tomes en tu negocio. El ingrediente principal es la información veraz, coherente y ordenada para poder pasar a la acción.
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