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Ecolabel de servicio de limpieza se establece como la primera categoría de trabajo accesible a la ecoetiqueta europea de la UE, conocida principalmente por su aplicación a productos.

Desde 2018 con la aprobación por parte de la Comisión Europea de la Decisión (UE) 2018/60, se establecían los criterios de la etiqueta ecológica de la UE aplicable a los servicios de limpieza de interiores. Desde aquel momento, cualquier proveedor de servicios de limpieza de interiores podía acceder a su etiqueta ecológica de la UE.

En consecuencia, para ser otorgada a los solicitantes, es necesario destacar la tipología de criterios que presenta esta ecoetiqueta. En concreto, todo proveedor de servicios debe cumplir con 7 criterios obligatorios y después alcanzar una puntuación mínima de 14 puntos de entre los 43 puntos disponibles aplicados a 12 criterios optativos.

Este tipo de Ecolabel de servicio es la primera categoría aplicable a un sector de trabajo y su origen reside en la propia solicitud promovida por los sectores profesionales de limpieza. Bien es conocido el uso de la ecoetiqueta Ecolabel en los productos de limpieza, pero la Comisión Europea da un paso más de transparencia hacia el consumidor que busque un compromiso real y efectivo con el medio ambiente y la economía circular.

Control de aspectos ambientales a través de Ecolabel de servicio de limpieza

Con la presencia de la actual etiqueta ecológica para servicios de limpieza, tanto si somos proveedores de servicio, como una empresa usuaria de los mismos, podemos utilizar sus criterios para mejorar nuestro desempeño ambiental, control de los residuos y fomento de una economía circular.

En el caso de ser un proveedor de servicios de limpieza, la Decisión (UE) 2018/60, establece un control directo los siguientes criterios:

  • M1. Utilizar productos de limpieza con bajo impacto ambiental.
  • M2. Dosificación del producto de limpieza.
  • M3. Uso de productos de microfibra.
  • M4. Formación del personal.
  • M5. Fundamentos de un sistema de gestión ambiental.
  • M6. Clasificación de residuos sólidos en los locales del solicitante.
  • M7. Información que figura en la etiqueta ecológica de la UE.

Por este motivo, si la empresa se encuentra certificada en ISO 14001:2015, deberá atender a sus departamentos de compras y producción para accionar un mecanismo de compra que atienda los criterios como M1 o M3, donde analizará y deberá poner en marcha un control de al menos un 50% de productos que contengan un bajo impacto ambiental durante uso. Igualmente, para el criterio M4, donde la empresa deberá velar por garantizar a sus trabajadores formación dirigida a la eficiencia energética durante su jornada de trabajo, la reducción de consumos de aguas, así como la correcta segregación de residuos en sus diferentes ubicaciones.

En este punto, la empresa podrá contar con indicadores que posteriormente estudiaría sobre su método de identificación de aspectos ambientales directos en categorías como:

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