La evaluación de desempeño es una herramienta fundamental en la gestión de recursos humanos, diseñada para valorar y mejorar el rendimiento de los empleados. Con una acogida cada vez mayor en empresas, los sistemas de evaluación de desempeño ayudan a alinear las actividades de las distintas áreas para conseguir los objetivos globales marcados por la organización. Según un estudio de Deloitte, el 89% de las empresas líderes consideran la evaluación de desempeño como una prioridad importante [1].
No queremos profundizar demasiado en los sistemas de evaluación de desempeño, puesto que ya son ampliamente conocidos por los profesionales de Recursos Humanos. Sin embargo, sí nos gustaría entrar un poco más en detalle en una de las fases más importantes dentro de este sistema: el propio ejercicio de evaluación por parte del evaluado y el evaluador.
La autoevaluación es una parte esencial del proceso de evaluación de desempeño y proporciona a los empleados la oportunidad de reflexionar sobre su propio rendimiento.
Es algo muy común, sobre todo en esas primeras veces que nos enfrentamos a los sistemas de evaluación de desempeño, que nuestra objetividad no sea la adecuada, bien por miedo a no cumplir con los objetivos y ser amonestados, o bien por desconocimiento de los objetivos del puesto de trabajo.
Para realizar una autoevaluación correctamente, la persona debe abordar varios pasos clave que implican una profunda reflexión:
Sigue leyendo en ADELANTTA
La certificación tipo es un procedimiento reconoc...
La gestión de riesgos es hoy crítica para la fij...
Si piensas en productos de consumo, es probable qu...
