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La Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT), los robots, incorporados en la cadena productiva y de suministro, la analítica de los datos generados en las organizaciones, el Machine Learning y Deep Learning o las posibilidades que ofrece la Nube son algunas de las tecnologías disruptivas destacadas que impulsan la llamada Industria 4.0.

Para avanzar hacia la Industria 4.0, las organizaciones necesitarán ampliar algo más que sus presupuestos destinados a la tecnología para la digitalización de sus negocios, dado que las posibilidades que ofrece la digitalización incluyen también entender y hacer entender que para seguir siendo competitivo es necesario la integración de las personas en la digitalización y que engloba todas las áreas del negocio.

El creciente interés de las organizaciones por recopilar datos en tiempo real y las posibilidades que ofrece la tecnología destinada a ello, como es la Business Intelligence, el Big Data y la analítica de datos, conlleva una de las grandes paradojas en las que se encuentran hoy las organizaciones que deciden iniciar el camino hacia la Industria 4.0: la falta de coherencia en el seno mismo de las empresas a la hora de fortalecer una cultura basada en el conocimiento que proporcionan los datos y que se traduzcan en beneficios tangibles para las organizaciones.