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La existencia de la brecha de géneros en el sector tecnológico cada vez está haciendo más ruido en el sector. Las mujeres en España constituyen tan solo un 18% del total de profesionales del sector TIC y el 12% de las matriculadas en la universidad en este tipo de carreras. Considerando que gran parte de los nuevos puestos que se van a crear en las siguientes décadas están relacionados con tecnología, este dato debe preocuparnos más si cabe ya que las mujeres van a ir perdiendo presencia en el mercado de trabajo asociado a la revolución digital. Un informe presentado en el Foro Económico Mundial, celebrado recientemente en Davos (Suiza), asegura que cuando la inteligencia artificial finalmente asuma nuestros trabajos, las mujeres serán reemplazadas en mayor medida que los hombres en sus empleos -el 57% de aquellos trabajadores en riesgo de perder su empleo son mujeres.

Hay un hecho biológico en la configuración de nuestros cerebros que marca las tendencias entre hombres y mujeres; y es que ellos son más racionales y analíticos que nosotras y por esa razón se sienten más cómodos en carreras técnicas y eso, marca la diferencia… ¿o quizá no es así? Pues efectivamente no es así, es una creencia totalmente falsa. Las mujeres estamos igualmente capacitadas, poseemos las mismas capacidades que cualquier hombre. Pero educamos desde la diferencia, desde la creencia de que nosotras “somos mejores” en otras áreas. Crecemos creyendo que “nosotras no valemos” para temas técnicos, que es algo “de chicos”… y ahí estamos perdiendo muchas oportunidades. Porque, si bien efectivamente tenemos una forma diferente de relacionarnos, desde la primera infancia se notan las inquietudes sociales de las niñas y de los niños, nuestras capacidades son las mismas y me atrevo a decir que en el sector tecnológico tenemos mucho que aportar, precisamente, por nuestro estilo relacional, ya que la inteligencia emocional cada vez va a tener mayor peso. Aportamos una visión diferente a los proyectos, tenemos una tendencia natural a integrar e interrelacionar todos los elementos (personas, rentabilidad, plazos, riesgos, cliente, consumidor, producto). Es una mirada holística que cuida el impacto y la sostenibilidad en el largo plazo de los proyectos que gestionamos o de los que participamos. Y es que, según el estudio internacional elaborado por Universum “Women in Stem”, el 40% de las participantes a nivel global indicaron también que les interesa “dedicarse a una causa o contribuir al bien común” (porcentaje superior al de los hombres). Tenemos una forma diferente de liderar y es complementaria a la masculina, radicando ahí la riqueza de la organización.

Pero no todo está perdido. Si algo tiene el sector TIC son muchos elementos para atraer talento femenino, siempre y cuando llegue la información al público objetivo. Las empresas de este sector suelen tener políticas de flexibilidad orientadas a la conciliación, incluyen la gestión de la diversidad como uno de los elementos de su hoja de ruta y la alta movilidad favorece la promoción interna en mayor medida comparado con otros sectores. Además, la edad media de las plantillas suele ser gente joven, lo cual lo convierte en un proyecto atractivo en el que embarcarse. Otro elemento muy importante: las estructuras son muy horizontales, incluso líquidas, lo cual favorece que la cultura interna sea más igualitaria favoreciendo las oportunidades de crecimiento entre las mujeres. Este mensaje ha de llegar; las mujeres jóvenes que han de decidir qué estudiarán deberían contar con estos elementos para poder tomar decisiones que sean más favorables para su futuro. Aún podemos cambiar las tendencias, el futuro está por escribirse.

Escrito por Esther Castillo
Consultora de Organización de Seidor