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La toma de decisiones financieras es parte esencial de la gestión empresarial. Uno de los dilemas más recurrentes al emprender un nuevo proyecto es determinar la fuente de financiación adecuada.



Estrategias de financiación con recursos propios y recursos ajenos:



Recursos propios:

Control y autonomía

La financiación propia, también conocida como capital propio, se refiere a los fondos generados internamente por la empresa, ya sea por las aportaciones de los socios, los beneficios retenidos en la empresa, las reservas o la entrada de nuevos inversores en el capital de la empresa, bien a través de sociedades de capital riesgo, de Businees Angel o ángeles inversores o de otro tipo de ampliaciones de capital.

Esta opción ofrece un alto grado de control y autonomía para la empresa, puesto que no implica deudas ni la participación de terceros.

Ventajas

  1. Sin deuda: al utilizar los recursos propios, la empresa evita la carga de intereses y pagos de deuda, lo que mejora su posición financiera a largo plazo.
  2. Inmediatez: los recursos propios se obtienen de forma inmediata, y no cabe esperar que una entidad financiera apruebe la operación para disfrutar de los fondos.
  3. Control total: la empresa mantiene el control total sobre las decisiones estratégicas y la dirección del proyecto.
  4. Beneficios netos: una vez que el proyecto es rentable, todos los beneficios netos fluyen directamente hacia la empresa.

Desventajas

  1. Limitación de capital: financiar proyectos con recursos propios puede limitar la cantidad de capital disponible para inversiones en otros proyectos o para el crecimiento de la empresa en general. Esto podría restringir las oportunidades de expansión.
  2. Riesgo financiero personal: si los propietarios de la empresa utilizan sus activos personales o patrimonio para financiar el proyecto, están asumiendo un riesgo financiero personal significativo en caso de que el proyecto no sea exitoso. Esto puede poner en peligro su seguridad financiera personal.
  3. Oportunidad de inversión perdida: al usar los fondos propios de la empresa, podría perderse la oportunidad de invertir en otras oportunidades más rentables que podrían surgir en el mercado. Esto podría afectar negativamente a la diversificación y el rendimiento financiero a largo plazo.
  4. Presión sobre la liquidez: utilizar recursos propios para financiar un proyecto importante puede reducir la liquidez de la empresa, lo que podría dificultar la capacidad de hacer frente a gastos operativos inesperados o aprovechar oportunidades emergentes.
  5. Falta de experiencia externa: Al no buscar financiación externa, la empresa podría perder la oportunidad de aprovechar la experiencia y el conocimiento que inversores o socios externos pueden aportar al proyecto. Esto podría limitar el crecimiento y la innovación.

Recursos ajenos:

Ampliación y riesgo compartido

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