Cuando pensamos en el concepto de branding es inevitable que lo relacionemos casi al momento con marketing y ventas. Cierto, el branding es una de las áreas fundamentales que debemos desarrollar para vender un producto o servicio. Contar con una marca potente, con notoriedad, fundamentada en la calidad y en los valores que queremos transmitir, es muy importante para mantenerse en la mente del público y que terminen escogiéndonos.
Del mismo modo actúan las estrategias de employer branding que hemos estado observando en el mundo de recursos humanos desde principios de los 2000, y más intensamente en los últimos 5 años. Es lógico pensar que, si construimos una imagen potente de nuestra empresa como un lugar ideal para trabajar y desarrollarse profesionalmente, las dificultades para encontrar candidatos disminuirán considerablemente. Testigo de ello son algunas de las empresas que han obtenido la certificación Top Employers 2023 en España.
Desarrollar una buena marca empleadora es una de las metas que muchas empresas se han propuesto conseguir a corto plazo al ser una de las mejores formas de atraer a buenos candidatos y colaboradores a un proceso de selección y, al mismo tiempo, fidelizar a los propios empleados.
Cuando hablamos de employer branding o marca empleadora, hablamos de la imagen que proyecta una compañía ante sus empleados y ante la sociedad, desde el punto de vista de su gestión del personal. Podemos entenderlo como la reputación que tiene una empresa como potencial empleador y si estamos ante una organización atractiva para desarrollar la carrera profesional. El objetivo es, por tanto, construir y reforzar la imagen de una compañía como un buen lugar de trabajo a efectos de captación y fidelización del talento.
Estamos en un contexto en el que, mientras que en algunos sectores abundan los profesionales, en otros se está viviendo una guerra por el talento de pocos profesionales especializados en nuestro país en áreas muy específicas. Como ejemplo, podríamos poner la escasez de expertos en inteligencia artificial o big data. Por desgracia, mientras que algunos sectores de actividad cuentan con márgenes muy altos que pueden repercutir en los salarios de sus empleados, no todos tienen la capacidad de competir por el talento en estos términos. La escalabilidad de los modelos de negocio es muy distinta.
Ya habíamos comentado anteriormente los beneficios de un trabajo serio de employer branding. Una estrategia adecuada puede significar una fuente de ventaja competitiva frente a otras compañías a la hora de atraer candidatos a los procesos de selección, Este aspecto ayuda, adicionalmente, a consolidar la buena reputación de la empresa en la sociedad.
Con todo, conviene tener en cuenta que toda nuestra estrategia de employer branding tiene que estar sustentada en hechos. Es decir, necesitamos que la experiencia del empleado esté alineada con nuestros valores, nuestra visión y misión, las condiciones reales de trabajo en la organización, la cultura y estilo de liderazgo, las distintas políticas de recursos humanos, etc.
Captar al perfil de candidato que necesita una empresa no es tarea fácil. Sin embargo, la construcción de una buena marca empleadora ayuda a destacarse dentro de la competencia. A la hora de diseñar los procesos de selección, podemos aplicar tres consejos para impulsar la captación de candidatos potenciales y, al mismo tiempo, reforzar la estrategia de employer branding:
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